El Ciclo de la Violencia
La violencia opera por ciclos
Existen tres fases en que se produce y reproduce la violencia: Fase de acumulación de tensión, Fase de Explosión y Fase de la luna de miel. La articulación de estos momentos da origen a lo que conocemos como El Ciclo de la violencia.
Fase de Acumulación de tensión
Esta es la fase más difícil de identificar, su elemento principal es la violencia psicológica, en la cual el agresor manifiesta cada vez mayor irritabilidad, intolerancia y frustración: insulta, aísla, crítica, humilla, responsabiliza de su estado de ánimo, cela, deja de hablar, discute y no te permite hablar, entre otras cosas.
En estas circunstancias la mujer suele justificar la conducta agresiva con frases como “yo lo provoque” o “me cela porque me quiere”.
Fase de Explosión
Es el resultado de la tensión acumulada. Se pierde toda posibilidad de comunicación con el agresor y descarga sus tensiones.
Después del incidente violento, es posible que el mismo agresor cure las lesiones de su víctima o la lleve al hospital argumentando que se trató de un “accidente”.
Fase de la Luna de miel
En esta fase se inicia un periodo de reconciliación, el agresor se muestra arrepentido, no por el hecho de haber estallado sino por haberse excedido en la manera de hacerlo, pide disculpas y promete que el incidente no volverá a suceder.
Tras varias repeticiones del ciclo, la fase de la reconciliación desaparece, pasando de la “acumulación de tensión” a la “explosión”. En este caso las agresiones serán cada vez más violentas.
El ciclo de la violencia ayuda a entender por qué las mujeres soportan maltrato de parte de su pareja durante muchos años; también permite identificar que la etapa idónea para romperlo se encuentra en la fase de la reconciliación.
Cuando la mujer está inmersa en el círculo de la violencia, se cree responsable de la conducta de su pareja. Desarrolla sentimientos de culpa y vergüenza por ser incapaz de terminar con la relación. Cree que evitará el daño callando, encubriendo a su agresor, teniendo relaciones sexuales a su pesar y tolerando el maltrato reiterado a sus hijas e hijos.
Lo que la mayoría de las mujeres desconoce es que cuando la violencia se haga más frecuente y severa, las víctimas desarrollarán síntomas depresivos, apatía, indefensión y desesperanza. No actuar a tiempo podría causar daños irreparables en su salud y, en un caso extremo, la muerte.
¿Qué clase de hombre golpea a su pareja?
Los hombres violentos carecen de herramientas para solucionar sus problemas de manera pacífica. La mayoría cree que su papel en el hogar es el de “Jefe de la familia” y en consecuencia la mujer igual que las hijas e hijos deben ser obedientes, sumisos y sumisas.
Cuando el hombre experimenta desacuerdos de cualquier índole acumula tensión y aumenta su frustración. Su impotencia lo guía por el calor del momento y cree que gritar, insultar, humillar y golpear es el único medio disponible para resolver el incidente y recuperar el control de la situación.
Cuando se percata de que ha lesionado los derechos de su pareja sentimental experimenta remordimiento e inicia un periodo de reconciliación, vuelve a ser amable y cariñoso, sin percibir que la violencia volverá a ocurrir cuando nuevamente acumule tensión hasta repetir el ciclo en su totalidad.
Muchas mujeres sufren violencia en su propia casa pero callan por miedo a su agresor o por vergüenza a lo que digan los demás. La violencia es inadmisible en cualquiera de sus formas, y mucho más si se padece en la familia o por parte de su pareja sentimental.
La violencia es una conducta aprendida, los hombres deben reconocer y respetar a su compañera y no considerarla alguien inferior.
Quienes ejercen la violencia son personas que abusan de su fuerza y poder, que buscan hacerte creer que no tienes ningún valor y que, sin importar lo que hagas, no encontrarás una vida mejor, ¡no caigas en ese juego!, no actuar a tiempo podría causarte daños irreparables e incluso la muerte.
https://www.semar.gob.mx/redes/CirculoViolencia.pdf