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Ataques de asma y lo que debes saber

El asma es una enfermedad pulmonar crónica que afecta a las vías respiratorias, impidiendo que se pueda respirar con normalidad debido a que los conductos que llevan el aire hacia y desde los pulmones se estrechan e inflaman, produciendo una mayor mucosidad que puede obstruir de manera parcial esas vías respiratorias.
El asma puede crear un problema para realizar las actividades cotidianas de la persona asmática.

Los síntomas varían de una persona a otra y de la actividad que se esté haciendo en un momento determinado y comprenden:

  • Falta de aire o disnea
  • Dolor u opresión en el pecho
  • Sibilancias al exhalar el aire
  • Dificultad para dormir por falta de aire
  • Tos

En los casos más severos:

  • Dificultad para respirar aun estando inmóvil
  • Dificultad para hablar
  • Somnolencia
  • Tono azulado de los labios
  • Hundimiento por debajo de las costillas al tratar de respirar

 

Cuando estos síntomas empeoran más de lo habitual se conoce como crisis asmática, pudiendo aparecer además, sudoración y aumento del ritmo cardiaco. La persona tiene que hacer grandes esfuerzos para poder respirar así como frecuentes pausas respiratorias.
Ante una crisis asmática es necesaria una atención médica para la administración de medicación, pues puede poner en riesgo la vida de la persona.
Entre los tratamientos más usados y efectivos son los corticoides en forma de inhaladores con acción antiinflamatoria que reduce la hinchazón y estrechamiento de las vías respiratorias.

Qué hacer para prevenir el ataque de asma
El asma es una enfermedad que no se puede prevenir, pero sí se puede controlar en mayor o menor medida. Para ello, se debe conocer bien la enfermedad, aprender a vivir con ella y no abandonar el tratamiento.
Hay que conocer también qué sustancias o qué situaciones nos pueden desencadenar una crisis asmática.

Por este motivo es importante llevar siempre el inhalador, además de:

  • Utilizar colchones antiácaros
  • Mantener la casa libre de polvo, sobre todo en las alfombras y moquetas
  • Evitar las humedades que favorezcan el crecimiento de hongos
  • Usar filtros para el aire acondicionado, tanto en casa como en el coche
  • Ventilar la casa en las horas de menor polinización y secar la ropa en el interior
  • Evitar pasear por jardines y parques durante la polinización
  • Evitar los productos de limpieza irritantes o  con perfume floral
  • Conservar los alimentos en recipientes cerrados
  • Evitar tener mascotas en casa
  • Huir del humo del tabaco y de la contaminación urbana
  • Procurar no tomar medicamentos que desencadenan crisis asmáticas como la aspirina

Ataques de asma nocturnos que dificultan el sueño
Muchas de las personas que sufren asma pueden empeorar los síntomas o estos aumentar durante la noche, alterando la calidad del sueño. Se desconoce con exactitud las causas del asma nocturna, pero un indicativo sería que la enfermedad no está bien controlada.
Durante el sueño las vías respiratorias suelen estrecharse, lo que hace que aumente la resistencia al paso del aire, provocando sibilancias y aumento de la tos que, empeora más ese estrechamiento y da lugar a un ataque de asma.
Las personas que sufren asma suelen despertarse varias veces en la noche y, en consecuencia, les aparece cansancio a lo largo del día.
La apnea del sueño (paradas respiratorias) tiene relación con las personas asmáticas y puede provocar que se despierten más durante la noche por la falta de aire y tos.